CUESTIONES DE
COMPOSICIÓN O REDACCIÓN FILOSÓFICA.
La
composición o redacción filosófica es un ejercicio destinado a valorar la
capacidad filosófica de los alumnos. Se trata de mostrar que puedes argumentar
con cierta originalidad y creatividad acerca de problemas filosóficos.
La
redacción filosófica está más cerca de la invención que de la repetición y es
uno de los ejercicios más complicados y más interesantes de todos los que se
pueden proponer a los estudiantes de filosofía.. Se trata de una producción
filosófica en si misma en la que abordas y expones un punto de vista personal
sobre un problema, tal como hacen los filósofos en sus escritos.
Cómo escribir la redacción.
A
continuación describimos algunas de las
orientaciones que pueden guiar la escritura de la redacción. A pesar de
ser un trabajo muy personal, es conveniente tener presentes las siguientes indicaciones:
La
redacción consta de tres partes bien diferenciadas:
-Introducción.
-Desarrollo.
-Conclusión.
Estas
partes se distinguen por lo que en ellas se escribe y no por el hecho de titularlas
así. De hecho, los títulos no deben aparecer en tu escrito.
a) Introducción.
1.
Debes comenzar presentando el problema que suscita el enunciado de la
redacción. ¿Qué problema se está planteando? ¿Qué pregunta subyace al enunciado
propuesto?¿A qué pregunta vas a intentar responder?. Debes tratar de convertir
el enunciado en una pregunta y si es posible formular esta pregunta de maneras
diferentes para dejar claro de qué vas a tratar en tu escrito.
2.
Es importante que contextualices el problema, y lo pongas en relación con algún
momento histórico, o con otros problemas con los que pueda tener relación.
3.
Debes señalar la comprensión o el interés que ese problema pueda tener en la
actualidad, ya que eres tu el que de modo personal asume que se trata
efectivamente de un problema.
4.
Es conveniente, aunque no necesario que establezcas el plan que vas a seguir en
el desarrollo de tu redacción para contestar al problema enunciado. Se trata de
que muestres el orden y los temas que vas a plantearte para argumentar sobre el
problema Puedes optar por declarar el punto de vista que vas a defender o bien
dejar que sea el lector el que tenga que descubrir poco a poco, al hilo de tus
argumentaciones cuál es tu posición
b) Desarrollo.
1.
En esta parte debes contestar al problema planteado. Debes analizar el problema
y exponer los argumentos que puedan llevarte a la conclusión.
2.
Si en la introducción has propuesto una serie de puntos que vas a tratar, respeta
ese orden y no te olvides de tratar ninguno.
3.
Diferencia en todo momento quién sostiene lo que tu afirmas. ¿Se trata de una
opinión común? ¿Estás de acuerdo con ella? ¿La expones precisamente porque vas
a criticarla?¿Se trata de un punto de vista totalmente personal?
4.
Utiliza los conectores argumentativos para enlazar unos párrafos con otros y
mostrar qué relación hay entre ellos y cómo se encadenan para permitirte llegar
a una conclusión.
c) Conclusión.
La
conclusión consta de dos partes claramente diferenciadas:
1.
Un breve resumen o recapitulación de los argumentos que has expuesto en el
desarrollo para poder derivar de ellos la conclusión a la que quieres llegar.
2.
La conclusión a la que lleva naturalmente la lectura del conjunto del trabajo.
La conclusión no tiene por qué estar cerrada, es decir, no todos los problemas
tienen una solución definitiva y en ocasiones al analizar una cuestión se abre
un nuevo problema o una nueva pregunta que debes señalar.
Algunas advertencias generales sobre la redacción.
1.
Utiliza correctamente los signos de puntuación. Aunque ya los conoces, recuerda
que:
–
Los dos puntos introducen una explicación o una enumeración.
–
Los guiones y los paréntesis permiten insertar una aclaración en medio de una
exposición.
–
Las comillas se utilizan para citar textualmente frases, expresiones o
conceptos de un autor.
–
Los signos de interrogación y de exclamación ayudan a argumentar un punto de
vista, ya que al utilizarlos estás diciendo que tu te interrogas, dudas, te
admiras o te sorprendes y manifiestas estas acciones ante el lector para que el
las reproduzca al leerlas.
–
El punto y aparte no debe usarse excesivamente. Te lo recomendamos para la
introducción, el desarrollo y la conclusión y, dentro de cada una de estas
partes, para separar a su vez los distintos elementos que la componen.
2.
No incluyas en la redacción flechas, círculos, llaves, dibujos, esquemas, etc.
3. Redacta preferentemente frases cortas,
para evitar que la argumentación se pierda en frases demasiado largas, que
pueden resultar confusas y difíciles de seguir.
4.
Debes hacer que exista una armonía entre la longitud de cada una de las partes.
La proporción ideal es que tanto la introducción como la conclusión sean igual
de largas y
ocupen
aproximadamente, una cuarta o quinta parte cada una de ellas del total de la redacción.
El desarrollo por lo tanto será la parte más extensa (doble o triple respecto
de la introducción o de la conclusión).
5.
Antes de ponerte a escribir definitivamente, haz un esquema de cómo vas a
elaborar la respuesta. Piensa bien qué quieres decir, en qué orden vas a
exponer las cuestiones, qué ejemplos vas a utilizar...En el momento en que te
pongas a redactar, debes tener todo muy claro y no preocuparte del contenido,
sino solo de la forma en que vas a expresarlo. No tengas pereza a la hora de
hacer el esquema y dedicarle el tiempo que sea necesario.
6.
Repasa el ejercicio antes de entregarlo y asegurarte de que cumple las
indicaciones que se han señalado. Si es posible haz que alguien lo lea y te
diga si entiende qué problema has planteado y cómo has argumentado al respecto.
7.
Puedes presentar el ejercicio a mano o puedes hacerlo en el ordenador, pero en
cualquier caso, cuida la presentación y la ortografía. Deja márgenes
suficientes y evita tachaduras.
8.
Respeta los plazos de entrega.
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